Ficha
Autora: Francisca Valdivia Ruiz
Título: Estilos de Aprendizaje en Educación Primaria
Número de edición: 1ª edición.
Año de publicación: 2002
Editorial: Dykinson, S,L.
Número de páginas: 169
Número de capítulos: 5
Número de tablas y figuras: 18 tablas y 5 figuras
Resumen
En este libro se reflejan aquellos aspectos que son precisos tener en cuenta para organizar el proceso de enseñanza-aprendizaje en coherencia con las características individuales de los alumnos.
Para ello, el capítulo uno comienza tratando de delimitar el concepto de “Aprendizaje”, siendo descrito por distintos autores, y haciéndose bastantes referencias durante el libro sobre el autor Zabalza, que después de las diversas teorías realizadas, rescata en este punto algunas ideas-clave sobre el aprendizaje que resultan básicas para el conocimiento didáctico.
Podemos encontrar en los puntos dos y tres del mismo capítulo el aprendizaje como tarea del alumno y como tarea del profesor. Dándonos estos algunos puntos clave, como por ejemplo tener en cuenta y dar sentido a el conjunto de factores y actuaciones que llevan al alumno a aprender. Tenemos que ver al alumno como un proceso activo y no como alguien que graba pasivamente todo lo que el profesor le dice, ya que los resultados del aprendizaje dependen tanto de la información que el profesor presenta como del proceso seguido por el alumno para procesar la información, vemos así dos tipos de actividad que condicionan el proceso de aprender: las estrategias de enseñanza y las de aprendizaje. El profesor por lo tanto no solo tiene que saber los contenidos sino idear estrategias para la “facilitación del aprendizaje”, produciéndose esto por dos vías principales según Zabalza, la vía “técnica” (en la cual el profesor deberá manejar y enseñar técnicas de aprendizaje) y la vía “relacional” (que da importancia a los alumnos como mediadores y a la interacción profesor-alumno). Algo importante por parte de los profesores es la investigación sobre los estilos cognitivos y el respeto por lo tanto de las diferencias individuales de los alumnos.
Es así como se pretende que el alumno construya sus propios aprendizajes, siendo necesario para esto la ayuda que le proporciona el profesor u otras personas, las cuales deben de tener en cuenta que las tareas que se van a enseñar estén ajustadas al nivel que muestra el alumno para que no haya una “detención”, las cuales no deben de ser vistas como una “dificultad de aprendizaje del alumno” sino como una dificultad “interactiva“, ya que en parte puede estar en el alumno y en otra en la enseñanza que se le está ofreciendo.
Se cierra el capítulo uno por lo tanto con algunas condiciones que hay que presentar si se quiere facilitar el aprendizaje de un alumno, siendo estas una actitud de indagación, de búsqueda y de experimentación tratando así de adaptar la enseñanza a las características de cada alumno y como no tener ideas, principios y técnicas con las que tengamos probabilidades de éxito en nuestra enseñanza.
En el capítulo dos nos centramos de una manera más concreta en los “Estilos de Aprendizaje”, y comenzamos por lo tanto al igual que la otra vez con un intento de su delimitación conceptual. Encontramos varias definiciones de distintos autores entre las cuales se destaca la de Keefe, la cual dice: “Los Estilos de Aprendizaje son los rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos, que sirven como indicadores relativamente estables, de cómo perciben los discentes, interaccionan y responden a sus ambientes de aprendizaje”.
Los “rasgos cognitivos” revelan la diferencia en los sujetos respecto a las formas de conocer. Los “rasgos afectivos” son importantes ya que tanto la sobreprotección en los niños como las carencias afectivas, nos demuestran dificultades en el aprendizaje. Estudios científicos indican que también influyen los “rasgos fisiológicos”. Todos estos rasgos nos sirven como indicadores para identificar los distintos Estilos de Aprendizaje de los alumnos y de los profesores. Debiéndose tener en cuenta para el diseño de los procesos de Enseñanza-Aprendizaje.
Otro factor que se incluye en el aprendizaje es el “proceso perceptivo”, es decir las maneras diferentes de percibir las cosas, de interaccionar con ellas y responder de manera distinta.
Encontramos por lo tanto diferentes modelos de estilos de aprendizaje, los cuales según Askew son el procesamiento de información (manera en la que el niño concentra, absorbe y retiene información), la habilidad perceptiva (método que usamos para captar la información), los procesos cognoscitivos (manera en la que percibimos el medio ambiente), las inteligencias múltiples (es decir la variedad de tipos de inteligencia: lingüística, espacial, musical, corpórea-cinestésica, lógico-matemática, interpersonal e intrapersonal) y las áreas de necesidad (el ambiente de aprendizaje, preferencias emocionales, necesidades sociales y fisiológicas)
A continuación pasamos a ver los factores que condicionan el aprendizaje como tarea del alumno según Zabalza, en primer lugar encontramos la “habilidad”, entendiéndola cómo la manera que tienen los sujetos de afrontar las tarea de aprender algo, las capacidades que ponen en juego y cómo las manejan.
En segundo lugar la “práctica”, en el sentido del tiempo que dedica a la tarea y la implicación y atención de ésta.
En tercer lugar la “percepción de la tarea y los procesos instructivos”, refiriéndose el primero de ellos a la forma en que los alumnos “entienden” el trabajo a realizar y el segundo en la necesidad de clarificación e intervención por parte del profesor para poder realizar la tarea.
En cuarto lugar “las expectativas”, tanto de los propios estudiantes como la percepción que tienen de las expectativas que sobre ellos posee el profesor.
En quinto lugar los procesos de “atribución”, es decir a qué o a quiénes atribuye un alumno su propio éxito o fracaso, qué características atribuye a las situaciones de aprendizaje, etc. Es importante por lo tanto desde la teoría de la atribución emplear estrategias didácticas como son los refuerzos, las alabanzas, la motivación de los alumnos, etc. Ya que el alumno necesita percibir que existen relaciones de contingencia entre habilidad, esfuerzo y éxito para sentirse implicado en la tarea.
Y finalmente en sexto lugar encontramos el aspecto de la “atención”, la cual se ha abordado desde dos perspectivas, los modelos centrados en el “tiempo” que el alumno dedica a la tarea y los modelos cognitivos, que toman la atención como el tiempo “real” que los alumnos dedican a la tarea y la forma que tienen de abordar los datos e informaciones dadas, esto es como “estrategia cognitiva”.
En el libro os encontraréis con bastantes tablas de factores que configuran el estilo de aprendizaje, también se alude a dimensiones del estilo de aprendizaje y motivaciones para alumnos con necesidades educativas especiales.
Los factores que podemos ver en los estilos de aprendizaje por lo tanto son los agrupamientos, los materiales disponibles, las estrategias metodológicas, la atención-concentración, los intereses-motivaciones, los refuerzos-tipos y autoconcepto. Observamos por lo tanto algo muy importante, y es que estos factores no solo aluden al estilo de aprendizaje del alumno, si no también a la participación del profesor, ya que incluye las estrategias metodológicas, los materiales, etc.
Debemos tener en cuenta para la motivación de los niños en qué condiciones físicoambientales trabajan con mayor comodidad, sus preferencias ante los agrupamientos para realizar las tareas, cual es su nivel de atención, las estrategias que emplean para la resolución de tareas y qué tipo de refuerzos les resultan más positivos. Es muy importante que las tareas provoquen en el alumno un reto interesante, teniendo que tener así en cuenta los conocimientos previos del alumno. Ya que si la tarea está alejada de sus posibilidades se frustrará y desmotivará y si son demasiado repetitivas, se aburrirá.
Es bueno por lo tanto realizar cuestionarios dedicados a las observaciones recogidas en clase, ya que no todos los niños se ajustan a un solo estilo de aprendizaje, y así a partir de estos poder reflexionar.
Por último se explica más detalladamente las diferentes dimensiones de los estilos de aprendizaje y los factores de estas. La dimensión cognitiva (dependencia-independencia de campo / reflexividad-impulsividad / conceptualización y categorización y las modales sensoriales), la dimensión afectiva ( responsabilidad, persistencia, motivación y locus de control), la dimensión ambiental ( ruido, luz, temperatura, posición corporal, alimentación, hora, movilidad y lugar) y la dimensión sociológica (individual, compañeros y grupo).
También hay que decir que respecto a las dimensiones, al igual que en muchos aspectos que se mencionan en el libro, existen diferencias según el cuestionario. (CEAP y LSI)
En el capítulo tres nos centramos en la evaluación de los estilos de aprendizaje, para ello veremos los instrumentos que se pueden utilizar para averiguar los estilos de aprendizaje que presentan los alumnos.
Las técnicas que utilicemos para la recogida de datos han de favorecer que ésta resulte todo lo rigurosa, sistemática, controlada y completa posible. Ya que todas ellas tienes sus ventajas y complicaciones.
En este libro encontramos las más adecuadas para nuestro tema, estas son la “observación”, técnica con la cual deben de plantearse una serie de características para que sea fiable y válida, como por ejemplo la planificación, la definición clara y precisa de objetivos, la sistematización, la delimitación de los datos que se recogerán, el registro de datos en los instrumentos o soportes convenientes y la triangulación de las observaciones realizadas. Además encontramos dos tipos de observación, la participante, en la que el observador está integrado en el grupo que debe observar y la no participante, donde el observador se mantiene al margen.
Otra técnica es la “entrevista”, la cual se puede definir como una conversación intencional, es mas o menos como un cuestionario pero de forma oral en situación de comunicación directa con la persona.
La “encuesta” consiste en la obtención de información mediante la aplicación de cuestionarios orales o escritos, como podemos ver es muy parecida a la entrevista.
La “sociometría” es una técnica que ofrece información acerca de la estructura interna de los grupos.
Los “trabajos del alumno” como las tareas, ejercicios o actividades que realizan que nos sirve como técnica de recogida de datos para valorar los aprendizajes afianzados, las dificultades surgidas, etc.
Ahora vamos a ver los instrumentos de evaluación más destacados y adecuados para la Educación Primaria:
Las “escalas de observación”, donde se registran los comportamientos manifestados por los niños durante su estancia en el Centro.
Las “listas de control”, que consisten en un cuadro de doble entrada en el cual se recogen en la columna de la izquierda los objetivos que deben alcanzarse o los indicadores que desean valorarse en un período de tiempo. En la parte superior, horizontalmente aparecerá el nombre de los alumnos.
Las “escalas de valoración”, éstas consisten en un registro de datos en el cual se reflejan los objetivos que pretenden evaluarse en relación con una persona o situación, valorando cada uno de ellos en diferentes grados, que pueden expresarse numérica, gráfica o descriptivamente..
Los “registros anecdóticos”, consiste en una ficha donde aparece el nombre del aluno o alumna, la observación realizada, la fecha de observación y la firma del profesor que la ha efectuado.
Los “diarios de clase”, en los que se recogen los datos más relevantes de cada jornada (asistencia de alumnos, actividades realizadas, materiales empleados, resultados generales obtenidos, …) y la valoración de los mismo.
La “entrevista” que es un instrumento muy adecuado para intercambiar información con los padres, ya que éstos tienen un gran protagonismo a la hora de facilitar el progreso del alumno.
La “observación externa”, realizada por alguien que no participa habitualmente en la actividad escolar de manera directa, estos observadores pueden ser los padres, en salidas o en talleres, los miembros del equipo de apoyo externo, o profesores de otros grupos.
Las “conversaciones”, a través de las cuales se puede hablar y escuchar a los niños de forma individual y colectiva.
Las “técnicas audiovisuales”, que se puede considerar como un procedimiento de registros de las observaciones. Por ejemplo, grabar conversaciones en caseette, el uso de fotografías, es decir, la riqueza de datos.
La “observación del grupo”, la cual se puede realizar utilizando técnicas como juegos colectivos, trabajos en grupos, etc.
El “juego”, a partir del cual podemos obtener información significativa.
Las “producciones”, el análisis de trabajos hechos por los niños, teniendo en cuenta así las posibles estrategias que han podido utilizar para llegar al final de la tarea, los elementos que han utilizado, el grado de interacción, etc.
La “autoevaluación”, que sirve para que le niño se sienta responsable de su proceso de aprendizaje y sienta que su opinión es tenida en cuenta.
Los “informes”, procedentes de profesionales que hayan estado con los alumnos.
Los “socio gramas” , que son representaciones gráficas , a través de las cuales es interesante detectar la aceptación que un alumno posee en su grupo, el grado general de cohesión del grupo, la existencia o no de un líder o de sujetos rechazados por el conjunto del grupo.
Y con más amplitud se nos describen los “cuestionarios”, que consisten en un conjunto de preguntas estructuradas acerca de un tema y que habitualmente se aplica por escrito a un determinado número de sujetos. Estos pueden ser de recogida de información para una encuesta o de control de procesos y resultados de aprendizaje. Depende del tipo de respuesta que se soliciten los cuestionarios se clasifican en tres tipos: cerrados, abiertos y mixtos.
Para finalizar el tema nos presentan algunos instrumentos específicos de evaluación estilos de aprendizaje, como son el LSI (Inventario de Estilos de Aprendizaje) y el CEAP (Cuestionarios de Estilos de Aprendizaje para Primaria)
El cuarto capítulo trata de las implicaciones pedagógicas de los estilos de aprendizaje.
Se centra más por lo tanto en los Estilos de Enseñar, los cuales tienen que estar adaptados a los Estilos de Aprender. La profesionalidad de los docentes está en saber elegir y utilizar las estrategias metódicas con las que el alumno aprenda mejor. Debe de preocuparse más por las diferencias y atender a las particularidades. Este tema por lo tanto profundiza más todo lo que hemos visto desde el sentido pedagógico.
En el final del libro nos encontraremos páginas Web, que contienen recursos que podemos utilizar de Internet, además de la bibliografía en general
Valoración personal
Este libro me ha parecido muy útil, ya que nos permite conocer los distintos factores que entran en juego a la hora de enseñar y aprender.
Además me gusta la manera en la que está enfocado, ya que al leerte el libro te hace comprender que no todo el peso reside en el alumno, sino también en el docente.
A mi parecer viene todo bastante bien explicado, aunque al igual que el concepto de educación es bastante amplio y tiene varias definiciones, en este libro he podido apreciar que pasa lo mismo con muchísimos de los conceptos, siendo estos definidos por una gran cantidad de autores diferentes, sin embargo esto me parece algo enriquecedor, ya que así es posible de nutrirse de varios pensamientos y formar entre ellos una idea propia.
Otra de las cosas que me ha gustado del libro es que trae bastantes ejemplos con tablas y figuras, lo cual hace que las ideas las tengas más claras y puedas entender y organizar mejor la información. Además de dar ejemplos de cuestionarios con ítems, etc.
Por lo tanto, como conclusión final, pienso que el haber leído éste libro y saber que lo tengo hay por si algún día tengo alguna duda, me va a servir de ayuda en mi futuro como pedagoga.